La envidia me corroe

A menudo vuelvo a recorrer lugares en los que he estado para comprobar que nada, o todo, ha cambiado...
En este caso no, Frank de Mulder sigue siendo un genio y sigue reventando a todos los que pretenden llegar a su nivel con una simple pulsación de su disparador.

La envidia me corroe porque jamás llegaré a su nivel, porque jamás podré hacer fotos donde él las hace, porque jamás tendré modelos del nivel de las suya y porque jamás tendré el equipo que él usa (sólo el respaldo digital de su cámara cuesta 32.300€)

De todas formas es una sana envidia porque me encanta ver su trabajo y al saber que nadie puede competir con él somos meros expectadores de su increible obra...

Ya poseo su libro Pure y esperaré un poco para adquirir Senses pero lo haré

Grande maestro ;)